12 de enero de 2010

Gritos nocturnos.




Soy como un grito que inunda el todo vacío,
ausencia dispareja en busca de mi alma hambrienta,
fallidos vuelos,
lejanos azules de hondura y calma,
pájaros de distancia y gargantas secas en noches muertas.

Soy un grito negro que cierra los ojos recodando barbudos fantasmas que persiguen fantasías con calambres,
con besos y versos secuestrando prostitutas memorables.

Mis noches queridas buscando las manos del tiempo,
mi tiempo lejano como faro en medio de la nada,
carretera aislada de mi razón desesperada.

Noches mías,
ovíllenme hoy se los pido,
escóndanme en sus brazos oscuros donde encuentro mi nido.

Hay respuestas que no el viento proclama,
ni mares ni amores de distancia,
lunares que desaparecen como mi luna agitada.