5 de enero de 2011

PUERTO




Deambulo por calles porteñas de orinas y basura satánica del sin sentido patrimonial, buscando escaleras encontré el azul de un cielo inmenso tanto como la mar océano.

Escarbando lujurias y alcoholes de callecitas asustadas con tanta agua tinta y destiladas, islas de hielos ausentes como algunas manos esta noche.

Bailando con furia y sueños gastados,
prostitutas borrachas de cólera y escaleras gigantes arrebatan mi garganta seca de vino santo,
licor santo de venas santas como algunas noches y madrugadas que ya casi no existen por ausencia de sueño y sueños,
parecidos a los faros perdidos en medio de la nada.

La nada ausente,
negra y misteriosa como mis pasos cansados de recorrer cuerpos cansados de sexos litigantes.

Noche mía,
noche colectiva,
suéltame como antes soltaron a otras manos amigas y enemigas,
relaciones extrañas,
casi cósmicas en el baile de galaxias destruyéndose y construyendo espacios y vida irreconocible.

Noche mía, abandóname en medio del negro color de tu cielo.