28 de agosto de 2007

PABLO NERUDA ESPAÑA EN EL CORAZÓN EXPLICO ALGUNAS COSAS



Preguntaréis: ¿Y dónde están las lilas?
¿Y la metafísica cubierta de amapolas?
¿Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?
Os voy a contar todo lo que me pasa.

Yo vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.
Desde allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.

Raúl, ¿te acuerdas?
¿Te acuerdas, Rafael?
Federico, ¿te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
¡Hermano, hermano!

Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.

Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.

¡Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiarían!

¡Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!

Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.

Preguntaréis: ¿por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?

¡Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!

27 de agosto de 2007

LA POESÍA TERMINÓ CONMIGO



Yo no digo que ponga fin a nada
No me hago ilusiones al respecto
Yo quería seguir poetizando
Pero se terminó la inspiración.
La poesía se ha portado bien
Yo me he portado horriblemente mal.

Qué gano con decir
Yo me he portado bien
La poesía se ha portado mal
Cuando saben que yo soy el culpable.
¡Está bien que me pase por imbécil!

La poesía se ha portado bien
Yo me he portado horriblemente mal
La poesía terminó conmigo.

De Versos de salón Nicanor Parra(Santiago, Nascimento, 1962)

17 de agosto de 2007


Un cuadro, esperando a su dueñ@ esta saturado de recuerdos, obra bastarda, sin su magica lluvia que la vio nacer, si la vio, a ella, mujer del mundo, habitante de mis suños y nostalgias....donde estas? si no, volando conmigo ?

13 de agosto de 2007

PERDON




Si me mirara Goya, degollado y colgando bajo un poste en un rincón oscuro, con el tiempo que no recorre ya mas los caminos de mi ausencia eterna, de mi pena gigante y la esperanza que se derrite en mis manos como si fuera manteca espantosa, mis manos, lejanas, mis manos silenciosas y caminantes, ¡¡ hay si pudiera escribir, pintar, esculpir mi grito gigante, enorme como montañas bíblicas, saturadas de muertos y lagrimas patéticas que me buscan y no me encuentran al igual que mi conciencia gastada!!!, como mis rodillas que buscan el perdón de los dioses en los cuales no creo.

12 de agosto de 2007

El día que Santiago cambio de color.



Salgo de la universidad y santiago sigue gris, lloviendo pero gris. Ingreso a la estación Baquedano con lluvia, mojado y con frió, el metro lleno, angustiado y cansado. Metro Macul, bajando las escaleras me encuentro con un blanco extraño, Santiago cambio de color pensé pero, mi asombro fue mayúsculo cuando me di cuenta de la realidad, la cordillera había explotado.