27 de febrero de 2015

Actitud


Hay estrechos de distancias tan oscuras como la memoria abstracta de conciencias cargadas de lágrimas en las sombras de experiencias borradas de la mirada de seres que aun buscan su puerto y faro que guíen su objetivo de encallar sobre rocas construidas con actos cubiertos de musgos,
embarcaciones fantasmas de recuerdos que se nublan con lloviznas parecidas a la nostalgia de copas tintas de experiencias y amores cargados de tormentas existenciales como rompecabezas imposible de concretar desde sus orígenes abstractos y conceptuales,
 transformados en materia confusa entre lo palpable y lo imaginable en ilusiones que bombardean personajes de anteaños como genocidio de espíritus etimológicos del existir.

Saltan del origen hermenéutico girando desde el centro a modo de reloj colgando de la pared de mi vida,
Aquella vida que cuelga desde alguna estrella olvidada en la mar océano que es reflejo del cosmos que nos cobija en lo eterno del futuro sin preámbulos esotéricos,
a manera del tiempo que juguetea  con la historia humeando como los amasados panes de antes de la historia histérica de mis sentidos escindidos dentro del corazón coraza expresionista como burla a la vanguardia perdida en las brumas y su miserable austerísimo guiado con el mercado y la necesidad humana.

Busco con la actitud de puta satánica el destino que abrase mi puerto final entre los postes con hojas de colores y bosques cargados con hadas al final de un país misterioso,
Colgando sobre mi vida cuelga la luna con su anillo al cuello y castigada con peñascos de euforia.