14 de abril de 2009

Caminantes de mi consciencia prisionera



Tengo mezclados los ojos con siluetas negras como personaje misterioso,
clavados tiempos que vigilan las lejanías asustadas de mis caminatas olvidadas,
soles impuestos en la nada de mi alma dormida.

Busco los días que me miran en abstractos recuerdos olvidados como muñecos gigantes de mi closet asustado,
caminantes de mi consciencia prisionera,
obstáculos malditos como mis putas perseguidas,
secretos miserables que salen a la luz de mi día oculto.

Hay silencios que me aterraron como cuando bajaste tus manos,
tu mirada perdida al fondo de la tierra arrepentida,
disimulando lagrimas castigadas,
alucinaciones baratas de un alma que se esconde en luces tenues como su propia existencia.

Hay silencios que mantengo ocultos en mis gritos desesperados,
consignas miserables en homenaje al miserable amor de los hombres,
ridículos pensamientos de existencias de fantasías,
de estrellas colgadas aun del cielo como mapa ausente de las galaxias que se derriten con mis deseos.

Noche asesina,
lluviosa de mierda,
muéstrame este camino en medio de la nada vacía,
ese camino donde dormía en su orilla vagabunda,
donde dormía en oscuridades llenas de silencios.