
Hubo un minuto de silencio, confieso que volaron algunos pájaros a mí alrededor justo cuando comenzaba a amanecer en mi cuerpo que es un paisaje que se enfurece con la nube que genero con mi sombra maldita. Eran al menos cuatro negros pájaros confundiéndose con algunos de mis sueños.
Vagabundos miserables perseguían aquellos cuervos parecidos a los de Alan Poe, misteriosos, culposo, interrogador de la conciencia aniquilada, malditos poetas de la botella y existencialismo.
Mi hambre se concreto de la nada, sin culpa me senté como hace años en San Pablo…comencé a escribir…penoso, soñoliento, solo…6:18 pm, después de hacer algunos tramites pendientes desde el año pasado.
Universidad, trabajo, familia y un amor furioso, rodeado de tanta basura Salí a buscar mi camino, tome algunas de mis pocas cosas y recorrí en mundo, viviendo como no puede hacerse, descuartizando astros con mi puñal inquisidor del sin sentido, transitando galaxias sin explicación, recordando noches lluviosas, asesinas de mierda sin conjuro eficaz a mi ceguera.
Mi miedo esta confuso, repele algunos minutos que confieso irremediables, palomas misteriosas y ausentes, puñales de sociedad y muerte.
Así comencé a escribir, calle San Pablo 6:30 pm, solo, recordando con mi memoria desvencijada.
Quisiera salir caminando de este lugar sin esto que atraviesa mi existencia, una olvidada noche sin estrellas ni misterios, tranquilo e ingenuo como cuando llegue al mundo, asustado, cobijándome entre cuerpo maternos de esperanza, abrigadores pechos de mis sueños.
Mis maletas que comencé a cerrar aun cuando no abría los ojos, cuando el mundo pertenecía al campo místico de lo impalpable, mi tragedia, descubrir carteles ya existentes explicándome la imposibilidad de sentirme libre, no pasar, no entrar, no pisar el pasto y yo sin explicación grite dentro de un vaso siniestro, hueco, solo. 6:45 pm, aun solo, calle San Pablo, solo como cuando comencé a descubrir mi camino.
Es difícil de explicar, recorrí, observe la dificultad e intente sumarme a una realidad que no me pertenece, girando en mi eje centrado en la genial locura de los que nunca observe.
Mi miedo se escabulle entre mis manos aplastadas por el tiempo y exigencias superficiales, momentos, espacios de tiempo condenaron mi vida, 7:00 pm, 7 de Marzo del año 2008, 26 años y un poco mas, aun solo, sentado en este bar de la calle San Pablo, música, gente que me siente extraña, me miran y concluyen el por que de mi soledad, cuantas especulaciones, cuantas historias destruyendo mi verdad, algunas miradas ansiosas de acercarse y realmente conocer mis motivos. ¿Motivos, cuales, los tendré.
Creo fuertemente en el “ser” humano, su animalidad camuflada, su occidentalizad trágica, resumen de los siglos que fundaron estas palabras.
Creer ¿ no se…
Rodeo mi existencia, camuflo mi vida entre desiertos, entre bosques infatigables al sur del mundo, embrujados mares con cuentos y leyendas malditas…rompí así mi palabra.
Santiago de chile, día 19 de un Febrero escandaloso, nada me pareció correcto, camine, mire, y comprendí que no pertenezco a este lugar.
Hoy, día 7 de Marzo del año 2008, sentado, solo, en este bar de la calle San Pablo, reafirmo mi conclusión, son muchos mis días lluviosos… ya no quiero mas.
Amigos queridos, tome mi cajón, mi velador transparente y vuelvo cuando vuelva, no se muy bien donde estirare la carpa y descansare mi rumbo, a la orilla del camino, carretera infatigable del andar sin sentido.
Amigos queridos, hoy es tanto mas e lo que he perdido, alguna esperanza, dos quebrados cigarrillos, papelillos mojados por este viernes que nuevamente llueve, un vaso quebrado por manos que no conozco.
Hace frió, llueve fuera de este mismo lugar como años atrás, calle San Pablo, una cuadra d la plaza Brasil, 7:20 pm de un día 7 de marzo del año 2008, confluyen algunas estrellas que no dejan de brillar, las cuales no detiene su marcha esta lluvia de mierda….¡¡¡ noche asesina, lluviosa de mierda, déjame reposar en paz!!! Confundirme con ese viento que no deja de soplar.
Tengo miedo, silencio, viento, abrázame en silencio, oscuridad de mis bastardos años, años que acumulan recuerdos, encendedores que no encienden, colillas gastadas y manos atacadas por la nicotina maldita de mis dedos amarillos.
Goteras asustadas comienzan a dibujar mi paisaje perfecto, cuantos minutos perdidos, perdidos como mis llaves que no encuentro… el paraíso aun no es para mi, aun cuando creí encontrarlo.
Santiago de Chile de un día 7 de Marzo del año 2008, 8:00 pm, aun solo en este bar da la calle San Pablo, pensando en que hoy pusieron en jaque mi alma, cervezas de nostalgia, vinos ausentes de este momento que creo preciso, manos que hablan y no escucho, grifos de plegarias.