PALESTINA SE DESANGRA Y EL MUNDO NO DEBE CALLAR

Hoy escribo con la sangre de mis ancestros en los ojos.

Deambulo entre los pasados y presentes que agitan mi alma en tormenta.

Grito para que una vez mas el silencio no nos haga cómplices a lo que ya se nos acostumbro la mirada y el oído,
Hay sangre espantosa en el mundo,
hay una fe que se entierra cada día más…

Mi distancia es pena gigante,
mis manos se estiran para pedir respeto en un acto fallido de piedad.

Alguna vez un poeta escribió
“si esto es una broma triste, decídanse señores a terminarla pronto, ha hablar en serio ahora”
mi pregunta es cuando hablaran en serio,
cuando nos acostumbraremos al amor entre los hombres,
cuando sentiremos esa sangre como nuestra.

Pido respeto,
pido que el fuego se convierta en manos abiertas a dibujar esperanza.

Llevamos años escuchando,
siendo oídos ciegos,
ojos sordos,
manos inválidas con tanta sangre que gotea del mundo espantoso.

Mi duda sigue siendo pecado.

Sigue siendo imprescindible para entender y comprender lo bárbaro de los hombres…

Encuentro en noticieros a Goya degollado,
llorando bajo un oscuro rincón y abismo de silencios que se hacen cómplices de la distancia y el silencio.
Las palabras parecen escribir la historia que se repite,
el “NO” parece eterno y única salida,
el “NO” vergonzoso de los hombres,
de las rodillas que tendrán que pedir perdón si existiese ese “DIOS” a quien hemos de confiar nuestras almas….

Pido respeto hoy por nuestras almas,
Pido respeto por las almas que se han abandonado de manera siniestra.

Escupo la cruz gigante a los pies del cristo crucificado y grito mi gran utopía a los vientos que ya no son sagrados para nadie.

Escupo la cruz del cristo crucificado gritando
¡¡¡PALESTINA LIBRE, SEGUIERE ESCRIBIENDO TU NOMBRE AL COMBATIR”