
Ojos agitados,
cansados buscadores de sueños espantan al mundo que maldigo,
camisetas cansadas de cubrir el manto oscuro con el rostro sagrado.
Dioses malditos,
arquitecturas clandestinas de existencias vacías,
casas manchadas con el sin sentido,
basura de verdades mendigadas como pan espantoso.
Hay sueños ausentes en mi cabeza desaparecida hace miles de años,
antes que esas llaves abrieran mi corazón de acero,
caminos perdidos,
faros noctámbulos de vergüenza,
siluetas asustadas como putas rabiosas de la Calle San Isidro.
Escarbo entre los años asustados,
cajones de recuerdos,
madera fatigada de atardeceres que no existieron,
cambiados, sumergidos en las profundidades de la infinito.
Asustada memoria olvidada,
obstinada con arrepentimientos espectrales que giran y se desvanecen ,
aguas atormentadas y cabeza escondida,
esquizofrenia del mundo enloquecido
desaparece y no tu dejes vestigio.