NUESTRA ESTRELLA ES UN SENDERO.

Tu equilibrio ambiguo,
puño silencioso y distante como ciertos sueños,
nuestros sueños vagabundos sin carne,
sin sangre y olores confusos,
clandestinos y sediciosos acordeones de la nostalgia tiritan en los puños cansados de este camino oscuro,
luces, faroles misteriosos iluminan el alma de los que no conocen su alma,
su callejón negro como sus manos y corazones furiosos,
gritos ausentes de la mentira y el fracaso,
del frasco y luminosas calles de la memoria gastada,
estrujada, pisoteada como algunas dignidades esta tarde,
silueta maldita que nos vigila donde nos encontremos,
país de misterios y espectros de la distancia que se revelan contra tu distancia,
sombras sin sombras utópicas de mi sueño siniestro,
este sueño que tengo desde que esta luz comenzó a distanciarse y ocultarse tras tu árbol inexistente como tu presencia esta tarde.

Por que ya no corrimos para escondernos tras esos troncos milenarios del eterno perdón sin sentido,
por que el sendero que escogimos se detuvo en su avance de desierto y soledad vacía como fueron tus manos esa tarde,
tus manos tocando mis pensamientos que se me escapaban por mis poros y mis maletas hecha para ese propósito,
objetivo imposible y nublada realidad y recuerdo de esta noche,
tiritan mis ojos con un ardor extraño, mi estomago revolotea como puta fatigada de su andar de noche y licor extranjero como mis pasos esta tarde.

¿Qué estrella congelo con su paso nuestras manos?
Descolgamos la estrella que teníamos colgada y atada al cuello,
esta en su ataúd de cenizas y desentierro angustioso y angustiado,
ni noche primera, lunas esotéricas y velas que hablan de una realidad que se fatiga a cada paso que damos,
cansados del sembrar y no cosechar aunque sea recuerdos que nutren las verdades de mis pasos,
pasos distantes como nuestra estrella esta tarde.