4 de abril de 2006
Tengo fantasmas en el alma,
peligrosos fantasmas que muestran su cabellera larga,
diambulo por los rincones de la melancolia con olor a noche perdida,
con sabor a distancia que arruga su frente en respuesta a la indiferencia,
amar, amar a mujeres peligrosas y cuerpos funestos, tiempo, alcohol perdido entre las sabanas de una cama gigante,
entre los dientes de dinosaurios que encuentran su espacio a la orilla de algo que llamamos deseo o pecado,
mirando la luna desde mi rincon propio, desde mi ventana gigante que se alumbra con el ocaso de tus ojos,
que se esconde con las brumas de tus senos en tinieblas....
donde estas, no te encuentro esta noche redonda, a donde has partido entre las sombras que esconden tus pensamientos,
donde quedaron tus poeticas palabras, agresivas y golpiadas como cuando me decias aun no te espero. buscame , me encontraras gigante cuando miro tus hombros en medio de la fatigada noche, cuando visitas mi dormitorio secreto, mi laberinto escondido bajo todos los deseos del mundo, donde hay un perro manso que ladra al fondo de tu alma que parece un abismo ardiendo por tus palabras que aun no se controlan, actos fallidos de arrepentimientos, fallidas lagrimas de perdones escalofriantes como tu noche siniestra.
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1 comentario:
es tan íntimo lo que leo,
que mis palabras se silencian
no es que no haya visitado antes tu morada
sino que es el silencio quien me visita luego del paseo
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