Tradición moral V/S experiencia educativa
Sin duda que plantearse la problemática entre moral y experiencia que ha existido en la teoría de la educación lleva a un análisis profundamente necesario en cuanto que este debate amplia las posibilidades del marco de acción y reflexión de la pedagogía tanto en la escuela tradicional como en su oponente, la nueva escuela o escuela progresiva. Es además indudable la cantidad de puntos y / o perspectivas que genera esta discusión. Prestare atención entonces a los que hacen referencia al ejercicio de la ciudadanía en cuanto a la capacidad del fortalecimiento democrático y la construcción social.
Este ejercicio de ciudadanía plantea la problemática referente al concepto de “principio de integración social” el cual es abarcado desde dos perspectivas; la primera bajo el concepto de “sometimiento” y la segunda bajo el de “participación” , esta ultima plantea el ejercicio ciudadano como un derecho a ejercer el razonamiento como ejercicio de libertad bajo normas y leyes que no atenten al legitimo derecho del otro a ejercer su libertad, es decir, bajo la premisa que John Rawls define como “consenso traslapado o “pluralidad razonable” [1] .
Esta primera perspectiva nos lleva al enfrentamiento lógico que existe entre monoculturalidad y multiculturalidad de la era global, enfrentamiento que da pie al cuestionamiento de la validez de la moral entregada por la costumbre y la tradición en una época de constante cambio y mutación de las conductas y discernimiento de los sujetos en decisiones como su planteamiento político y filosófico hasta sus opciones sexuales.
Este nuevo planteamiento de la moralidad debe ir orientado al entendimiento de la idea de “cambio” y re planteamiento global de los valores, reflejando y manteniendo su “carta magna” , es decir, el pilar que hace posible la convivencia pacifica dentro de la comunidad de la era global y multicultural , entendida como comunidad - mundo, pues este entendimiento también pasa por el respeto y la aceptación de la diferencia cultural dentro del dialogo, argumentación y defensa del posicionamiento de cada sujeto, entendiendo de esta manera el ejercicio de integración como “participación ciudadana” en busca de construir y fortalecer la tan debilitada democracia de estos días, pues el concepto de integración lleva consigo también el de exclusión. De otra manera , el “sometimiento” a la integración social seguirá su conducta de exclusión a quines no han de acatar y / o internalizar ciertas normas , leyes y conductas entregadas transversalmente por el poder ( Estado) para moldear la personalidad del “ideal del sujeto ciudadano” , es decir, aquel sujeto que adopta como suyas leyes y normas externas que limitan su propio ejercicio de razonamiento y libertad , puesto a que dentro de los programas de estudio de la escuela tradicional no existen estos cuestionamientos. Así entonces bajo esta idea de “sometimiento” se mantiene el camino a la desintegración social, pues sin participación se desvanece por completo el concepto de “democracia” y la tarea de “construcción social” se ve desaparecida en manos de una minoría dominante (Clase política) .
La actitud del “pluralismo razonado” entonces, debe marcar los márgenes dentro de los cuales se hace valido el derecho a ejercer mi libertad y ciudadanía, márgenes que tanto educadores como todo el campo educativo debe guiar bajo las normas y el respeto por el posicionamiento de los otros integrantes de la sociedad.
La idea del autogobierno dentro de la escuela abre la experiencia al tan esperado ejercicio ciudadano por su capacidad y / o cualidad de construir dentro de la institución escolar normas de conducta y valores morales de acuerdo a su propio tiempo y espacio (Contexto general) y no adoptar estas conductas y normas bajo la premisa del “sometimiento” a una fuerza exterior como la costumbre y / o tradición , pues debe entenderse que la moral no es solo el entregar conocimientos de normas de conducta dictadas por la tradición, si no que debe ir construyéndose paulatinamente a través del consenso universal del respeto por el “ser humano” y sus derechos esenciales.
Entonces se hace necesario un re planteamiento de la transversalidad de la educación en cuanto a la construcción predeterminada por el Estado de un sujeto en la era global , es decir “ideal del sujeto ciudadano” este re planteamiento debe fortalecer e inculcar la libre determinación y el respeto por los pares entregado por la “pluralidad razonable” , dejando atrás la mera transmisión de de principios y valores que podrían guiar la educación moral sobre una dirección heterogénea de la conducta entre los individuos pretendiendo formar así sujetos autónomos capaces de re crear la esfera de la moralidad y dirigir sus acciones hacia una sociedad mas justa , democrática en el ejercicio del razonamiento consensuado como forma de libertad.
[1] Salieron, A ; “Pluralidad razonable y educación moral”; revista electrónica de investigación educativa 2000; http://radie.uabc.mx.
GAMAL OMAR
Licenciado en Artes
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